Líneas Blancas
«»Líneas blancas» de Andrés Torres Meza fue publicada hace unos meses atrás por Editorial Camino. No es primera vez que leo algo del puño afilado de Andrés. Disfruto esos mundos que nos presenta. Siento que su poesía sale de las hojas. La potencia de su escritura, las voces que se asoman con claridad entre las letras y ese lado B de situaciones que tan bien retrata, son el sello característico de este gran escritor.
El nombre que le da vida a este libro no tiene doble lectura, al igual que su portada. «Líneas blancas» es un poemario que brilla por su crudeza, por esa realidad que molesta y que muchos tratan de ocultar en ese manto fantasioso que nos tiene acostumbrado esta sórdida realidad. Pero Andrés no pierde el tiempo cubriendo la realidad. Todo lo contrario, lo plasma en imágenes nítidas. En esta ocasión tocaremos el fondo de ese submundo que nos deja las míticas guatonas con moño. En estos poemas las palabras siguen una línea adictiva, donde no hay retorno, creando una angustia incontrolable, voces que testifican el paso de esa droga que cambió su vida, en que la figura del mítico Tony Montana se transformó en un ejemplo para esas personas que no ven otra salida, narcos que después de ser los reyes de sus barrios pierden todo por caer en las garras del mandinga, donde la pureza de la coca se ve intervenida por la ambición y esa falsa calma que te deja la sobredosis de fierrazos.
Entre las hojas de este libro se esconde una grata sorpresa, transformando a esta publicación en una obra original. Esta editorial nos sorprende con distintos elementos novedosos en cada una de sus publicaciones, que un buen lector siempre agradecerá. Este libro llegó anunciado por una lluvia de fuegos artificiales como la mejor merca del último tiempo en la poesía de este territorio.